Claudia A. Espejo-Hernández, Unidad de Vigilancia Epidemiológica, Unidad de Medicina Familiar No 53, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zapopan, Jalisco, México
Erick Sierra-Díaz, División de Epidemiología, UMAE Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional de Occidente, Instituto Mexicano del Seguro Social. Guadalajara, Jalisco, Mexico
Guadalupe Zárate-Leal, Unidad de Vigilancia Epidemiológica, Unidad de Medicina Familiar No 53, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zapopan, Jalisco, México
Diana L. Cisneros-García, Department of Public Health, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara, Guadalajara, Jalisco, México
Adrián Ramírez-de-Arellano, Department of Molecular and Genomics, Instituto de Investigación en Ciencias Biomédicas, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara, Guadalajara. Jalisco, Mexico
Los accidentes laborales son uno de los problemas más comunes para el personal de salud. Los dispositivos punzocortantes están relacionados con la mayoría de estos eventos. Los patógenos transmitidos a través de la sangre pueden ser virales y no virales. Los primeros ponen en mayor riesgo la salud, ya que no existe una terapia curativa para enfermedades como el VIH, la hepatitis B y C. Aunque el riesgo de seroconversión después de la exposición es bajo, muchas unidades médicas no cuentan con protocolos estructurados para atender a los trabajadores de la salud después de un accidente durante la jornada laboral. Lo anterior cuenta con implicaciones importantes, incluidos aspectos en material de salud y administrativo. El presente trabajo tiene como objetivo describir el riesgo de infección con patógenos virales transmitidos por la sangre después de lesiones con objetos punzocortantes en unidades médicas y discutir la carga administrativa que los trabajadores de la salud deben enfrentar después de la exposición.
Palabras clave: Trabajadores de la salud. VIH. Hepatitis B. Hepatitis C. Riesgo de contagio.